Habitado por pueblos de habla náhuatl y de las lenguas derivadas de la familia otopame, la población originaria de Milpa Alta, en el Distrito Federal, es la que mayor influencia ha tenido del mundo moderno. Es también donde se ha producido el mayor desarrollo industrial y urbano del siglo XX y donde los pueblos originarios se han asimilado más rápidamente a la población mestiza. Milpa Alta es asiento de uno de estos pueblos nahuas. Aunque políticamente pertenece al Distrito Federal, forma parte, junto con Xochimilco, de la zona más rural de la capital de la República.
El vocablo náhoa hace referencia a una serie de tribus que poblaron el valle de México y significa "hombre verdadero". Milpa Alta, que fue un antiguo asentamiento náhoa, con una extensión de 28 mil hectáreas, es una de las 16 delegaciones rurales más extensas del valle de México. Los náhoas de Milpa Alta habitan doce pueblos.
Entre los náhoa de Milpa Alta, aunque la religión predominante es la católica, existe una relación mística e indivisible con su tierra, espacio geográfico considerado como zona exclusiva de desarrollo vital y cultural. En el área hay cuevas y montañas que son consideradas con carácter divino por los habitantes, como el Cerro Tláloc, "dios de la lluvia"; el Tezicalli, "casa de piedra que produce granizo"; el Tehutli y el Tehuiztutitla, "lugar donde se encuentra el mal". A estos sitios sagrados acuden los viejos a pedir por su pueblo, su familia o sus personas.
Los náhoa de Milpa Alta recurren a varios tipos de medicina tradicional. En la zona existen diversos terapeutas tradicionales: los hueseros, los sobadores, las parteras y los yerberos, que son los médicos tradicionales que gozan de mayor prestigio. Curan enfermedades físicas y espirituales, torceduras o mal de ojo, utilizando habitualmente yerbas medicinales, dietas y el imprescindible uso del baño de temazcal.
La industria en Milpa Alta está representada por una incipiente agroindustria basada en el procesamiento del chile, del nopal y de la miel de abeja. Sin embargo, los dos productos que sostienen el éxito económico de Milpa Alta son el nopal y el mole.
El trabajo artesanal en Milpa Alta se caracteriza por los bordados y tejidos en blusas o en carpetas. El tipo de material empleado en los tejidos es de algodón, lana o ixtle, que también se emplea para la elaboración de ayates y morrales.
Fuente: www.ini.gob.mx
Investigación: Ana Hilda Ramírez Contreras.
El vocablo náhoa hace referencia a una serie de tribus que poblaron el valle de México y significa "hombre verdadero". Milpa Alta, que fue un antiguo asentamiento náhoa, con una extensión de 28 mil hectáreas, es una de las 16 delegaciones rurales más extensas del valle de México. Los náhoas de Milpa Alta habitan doce pueblos.
Entre los náhoa de Milpa Alta, aunque la religión predominante es la católica, existe una relación mística e indivisible con su tierra, espacio geográfico considerado como zona exclusiva de desarrollo vital y cultural. En el área hay cuevas y montañas que son consideradas con carácter divino por los habitantes, como el Cerro Tláloc, "dios de la lluvia"; el Tezicalli, "casa de piedra que produce granizo"; el Tehutli y el Tehuiztutitla, "lugar donde se encuentra el mal". A estos sitios sagrados acuden los viejos a pedir por su pueblo, su familia o sus personas.
Los náhoa de Milpa Alta recurren a varios tipos de medicina tradicional. En la zona existen diversos terapeutas tradicionales: los hueseros, los sobadores, las parteras y los yerberos, que son los médicos tradicionales que gozan de mayor prestigio. Curan enfermedades físicas y espirituales, torceduras o mal de ojo, utilizando habitualmente yerbas medicinales, dietas y el imprescindible uso del baño de temazcal.
La industria en Milpa Alta está representada por una incipiente agroindustria basada en el procesamiento del chile, del nopal y de la miel de abeja. Sin embargo, los dos productos que sostienen el éxito económico de Milpa Alta son el nopal y el mole.
El trabajo artesanal en Milpa Alta se caracteriza por los bordados y tejidos en blusas o en carpetas. El tipo de material empleado en los tejidos es de algodón, lana o ixtle, que también se emplea para la elaboración de ayates y morrales.
Fuente: www.ini.gob.mx
Investigación: Ana Hilda Ramírez Contreras.