La colonia La Peña, en el
norte del municipio de Mixquiahuala de Juárez, Hidalgo, se alcanza tras tomar
la carretera México-Laredo hasta el quicio mismo del Valle del Mezquital. Los
pequeños propietarios que siembran básicamente ejote, reciben a familias
jornaleras provenientes de los estados de Guerrero, Morelos y Oaxaca. Todas
estas tierras son regadas con aguas residuales del Distrito Federal, por eso
está prohibida la siembra de hortalizas, aunque en este mes de agosto de 2012
se ve bastante maíz y no pocos campos de alfalfa regados con eficientes
máquinas dispensadoras de agua. Pero aquí lo fuerte es el ejote, a eso vienen
los jornaleros agrícolas con sus numerosas familias, los puede uno ver
descansando a la sombra de las casuarinas que proporcionan una modesta y solapada
sombra al mediodía.
La profesora Ana Lydia Benítez
Hernández, egresada de la Universidad Pedagógica Nacional, me recibe en un
salón del Preescolar del campamento La Cruz en donde procura la educación a un
grupo de niños móvil, de tiempo parcial, trabajadores del campo sin apenas
apoyo de los padres, migrantes temporales que se emplean como jornaleros en las
cosechas de ejote y maíz.
¿Qué la tiene trabajando en
este lejano lugar, maestra?
Me
acabo de inmiscuir al programa, pero mi hermana lleva diez años aquí, entonces
no me era desconocido el programa, yo ya sabía cómo trabajaba por mi hermana,
me platicaba qué es lo que hacía, entonces no se me hizo tan complicado; a la
mejor el idioma, la lengua de los niños, en este caso porque había niños que no
hablaban español, pero me apoyo con otros niños para que les puedan traducir.
Platíqueme del programa.
El
Pronim es un programa muy ambicioso porque sirve a los niños sin ningún lucro,
son niños que también tienen la necesidad, quieren seguir preparándose, y si yo
puedo contribuir a esa formación, a poner un granito a mis niños, aunque sea
que puedan sobresalir terminando primaria, ¿por qué no ayudar?
Yo
le voy a hablar del reto del preescolar de aquí. El reto en preescolar es que
tengamos un libro que nos apoye más, lograr que los niños sean más
independientes. Yo creo que a los niños los he hecho más independientes, he
logrado que los niños canten delante de personas, he logrado que los niños
bailen frente a las personas, hay muchas cosas que se han logrado y eso lo que
voy a seguir haciendo, si seguimos trabajando y ponemos ese empeño. Yo bailo,
canto, me pongo de cabeza para que ellos despierten y se contagien de la
alegría de la escuela.
¿A qué libro se refiere, profesora?
Cuando
le hablo del libro, un libro que esté más adaptado a sus condiciones: ¡un libro
Pronim! Nosotros tenemos guías, pero, por ejemplo, en caso de preescolar,
siento que la guía no está muy bien adaptada al contexto. Sí, tenemos la guía y
nos proporciona ciertas fichas, pero no cubre las expectativas. Entonces yo me
refiero a cuando trabajamos con el libro oficial que, claro, no toma en cuenta
las características de nuestros niños, pero es con el que trabajamos. Pero sí
sería bueno contar con un libro que sea para ellos, exclusivamente para ellos y
que realmente, pues, tomen en cuenta estas necesidades.
Platíqueme de sus niños.
Ellos
se van a trabajar con sus papás, la mayoría de los niños pequeños se va con sus
papás. ¿Qué hacen?, hay niños, por ejemplo, que sí trabajan; muy pequeños, de
cinco años; hay niños que vienen y me platican: fuimos a cortar ejotes. Ellos
también cortan ejote, pizcan elote. Pocos niños son los que no lo hacen. Muy
pocos niños son los que no llegan a cortar. Pero sí, ellos también cortan a
pesar de su edad. Imagínese, cómo no venir a dar lo mejor de nosotros. Yo sé
que ellos vienen cansados, vienen: ¿maestra, me deja ir a comer? Claro, ve. Se
van a comer. Regresan. ¿Qué sigue, maestra? No los puedo detener, porque es
ilógico. Maestra voy llegando, pero voy a ir a comer. Sí, ve a comer, aquí te
espero.
¿En qué se diferencian estos
niños de los de escuelas regulares, profesora?
El
contraste con los niños de escuelas regular es muy grande, pero metodológicamente
menos. Con los niños migrantes llegamos, saludamos, pregunto: ¿cómo estamos?,
¿qué hicieron?, me platican. Cantamos, buscan su nombre en su sillita, porque
ya lo identifican, les pregunto qué día es hoy, que día fue ayer, hacemos el
ejercicio de recordar, qué hicimos ayer. Que los monitos, maestra. Se refieren
a que jugamos a las sombras en la pared. Entonces con esas temáticas ya se
empieza a trabajar, le damos continuidad a la actividad de lo que hicimos un
día anterior. Pero el aprendizaje es igual, su nombre, los números, las
palabras, porque ya no son letras, sino palabras: puerta. Tampoco sílabas, sino
palabras concretas: ventana, ¿qué dice ahí? Ventana. Puerta, carro, pizarrón.
Procuramos etiquetar los nombres de las cosas para que ellos vayan
reconociéndolo, pero igual se trabaja.
¿Cuál es el papel de los papás
en todo esto, maestra?
Nosotros
qué más quisiéramos que los papás nos apoyaran, pero ellos cumplen con ir a
trabajar y trabajan, trabajan mucho, me impresiona cómo trabajan. Se lo
avientan corridito, por eso no vienen a la escuela, nada más vienen los niños, llegan
solitos, no vienen a dejarlos, no vienen de la manita. Viven cerca la mayoría,
otros más retirado que vienen con sus hermanitos más grandecitos. A veces
cuando nosotros llegamos a mandar llamar a un papá, sí vienen, pero llega, se
para y ¿qué quiere? Pero hay otros papás, que es la gran mayoría, que están muy
cerrados. Por ejemplo, la mamá de esta niña sí viene, pero una vez al mes.
Digo, bueno, al menos la señora procura venir. No es que tengan miedo, pero sí
son desconfiados. Son desconfiados. Desconfiados en el sentido de que no
cualquiera viene, por eso nosotros vamos y les explicamos. Llegamos hasta sus
casas y nos presentamos, les decimos que somos las maestras de Pronim, que por
favor nos manden a los niños a la escuela, y ya nos van identificando, “ah, esa
es la maestra”; los más grandecitos también nos anuncian cuando nos ven venir: “ahí
vienen las maestras”. Entonces los papás nos ven. Pero si llega una persona
extraña son muy callados, no le cuentan más que: venimos a trabajar y vamos
llegando.
¿Cuáles son sus principales
necesidades?
Necesidades
muchas, a la mejor un salón amplio. Yo quisiera tener mi salón súper bien,
ahora lo comparto con otras dos maestras y sus grupos, pero nos vamos adaptando
con lo que tenemos aquí, finalmente no nos quedamos con los brazos cruzados,
buscamos la manera y nos adaptamos “a”. Pero si usted me pregunta qué es lo que
quiero, pues eso es lo que yo quisiera: un salón, más material, aulas para cada
grado.
Platíqueme del lado agradable
de estar aquí en La Peña.
Mi
satisfacción más grande es ver a los niños que se desenvuelven, que vengan y
que vengan contentos, que digan: maestra, vamos a cantar, sí, vamos a cantar;
maestra, vamos a bailar, sí hija, vamos a bailar; que ya les interese estudiar.
Maestra, vamos a trabajar en la libreta. Sí, hija, vamos a trabajar en la
libreta. Que lleguen y empiecen a interesarse por la escuela, que quieran
progresar; nosotros aquí les preguntamos a los chiquitos: ¿qué quieres ser de
grande?, ellos a veces todavía no se ubican y dicen que cortar ejote, le
decimos: no, hijo, mira, hay cosas… y les empezamos a platicar, que ellos vean
que hay otras cosas, y aquí se los estamos proporcionando, aquí les estamos
diciendo eso. Yo quiero ser como tú, maestra. Bueno ¿quieres ser maestro? ¿Me
falta mucho? Sí, hijo, sí te falta
mucho, pero lo puedes lograr. Pero al menos ya empieza a decir quiero ser como
tú. Es un gran, grandísimo avance.
Muchas gracias, profesora.
Gracias
a usted.
hola, quisiera mas informes de este programa, en este programa me puede recibir para realizar mis practicas profesionales? soy estudiante en la licenciatura en pedagogía.
ResponderEliminarpertenezco al municipio de Mixquihuala de Hidalgo
EliminarUnknown, te recomiendo acudir a la SEP, comienza con su sitio de internet, programas, etc. Yo tuve el gusto de tener esa súbita aparición en Mixquihuala y no tengo el menor contacto con nada relacionado con esto. Gracias por escribir, saludos.
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