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Revistas pioneras de antropología

Entre los muchos pendientes en el estudio de la antropología mexicana está la sustancia contenida en las revistas primigenias especializadas en el tema. Es cierto que las revistas de antropología nunca han sido arrolladoras en términos de público y popularidad, hoy mismo, es palpable la discreción en que se desenvuelven las revistas antropológicas, a excepción de dos: México desconocido y Arqueología mexicana, que es posible conseguirlas hasta en el súper, el resto –dicho de memoria- ni tienen ni la circulación ni el tiraje como para destacar en el gran público, es el caso de Nueva antropología, Ojarasca de La Jornada, Matria de La Jornada de Oriente y otras institucionales como el Boletín del INAH, la revista mexicana de estudios antropológicos, Nueva antropología, Revista de antropología social y Mirada antropológica del Colegio de Antropología poblano, que sobreviven gracias al tesón de sus promotores y al presupuesto de sus instituciones, pero que se publican sin pena ni gloria. ¿Cuál era el panorama a principios de la academia antropológica?

En una investigación hecha para el INAH mi hermano Jaime Noyola, arqueólogo, hace una lista de las primeras revistas antropológicas del siglo XX que ilustran el dinamismo mostrado por la disciplina en sus comienzos, pues destaca el número amplio de publicaciones especializadas, así como la relevancia de sus colaboradores.*

Desde 1910 aparece el Boletín de la Sociedad Indigenista, dirigida por Francisco Belmar, que sobrevive intermitentemente hasta 1914. La Revista de Revistas aparece en 1910 para tener una larga vida. El México Antiguo, dirigida por Herman Beyer, que aparece en 1912 y sobrevive hasta 1941 también con desapariciones esporádicas era, en sus propias palabras una “revista internacional de arqueología, etnología, folklores, prehistoria, historia antigua y lingüística mexicanas”, y que tuvo entre sus colaboradores a personalidades como Alfonso Caso, Blas Reko, Walter Staub, Pablo González Casanova, Antonio Barrera Vázquez, Roque Cevallos, Alfonso Dampí, Rafael García Granados, José García Payón, Federico Gómez de Orozco, Hugo Kunike, Nicolás León, Eduardo Noguera, Enrique Juan Palacios y muchos extranjeros.

En 1921 se crea la revista El Maestro, que fue el foro de expresión del ministerio de José Vasconcelos. En 1922 reaparece el Boletín del Museo Nacional de México, que había sido fundado en 1877, dirigido ahora por Cecilio Robelo con colaboradores como Federico Gómez Orozco, Manuel Romero de Terreros, Eduardo Noguera, Ramón Mena, Enrique Juan Palacios, Pablo González Casanova y Miguel Othón de Mendizábal.

Finalmente, en abril de 1920 aparece la revista Ethnos, dirigida por el primer antropólogo mexicano, educado en los Estados Unidos, Manuel Gamio, que dirige también la Dirección de Antropología de la flamante SEP vasconcelista, que sobrevivirá hasta mayo de 1925.

* La antropología en México, García Mora, Carlos (coordinador), Tomo II, el ensayo: La visión integral de la sociedad nacional, de Jaime Noyola Rocha, Col. Biblioteca del INAH, México, 1987, p. 132-208.

Comentarios

  1. Muy buena iniciativa que su blog.

    Existe alguna manera de consultar virtualmente viejos numeros de Ethnos ?

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  2. Gracias por tu comentario Cacalotl, que yo sepa Ethnos no tiene su material en internet, lo que es una lástima.

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  3. Pero saben alguna de forma de consultarla??? yo ando en busca de un numero de 1923

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  4. y la Revista Mexicana de Antropología? que es de ella?

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  5. Fausto, gracias por escribir. No tengo idea de qué habrá pasado con la RMA. En internet no está.

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