lunes, 28 de marzo de 2011

Créditos sin crédito


Para los artesanos y jornaleros de los pueblos es un verdadero lío ponerse a elaborar un proyecto, las especificaciones que exigen las dependencias de gobierno rebasan no sólo su entendimiento sino muchas veces el sentido común, la prudencia para explicar una labor y sus posibles tiempos de trabajo, inversión, mercado. En 2006 estuvimos en la comunidad amuzga de Tlacoachistlahuaca, Guerrero, donde las tejedoras, organizadas al fin, se seguían topando con la misma pared que significa el lenguaje burocrático que se exige en los trámites; especificaciones confusas, previsiones imposibles de hacer, tiempos vertiginosos, viajes y talleres innecesarios. La famosa ayuda, según vi en esa ocasión, fue un embarque de hilo industrial plastificado que las artesanas igual utilizaron en su arte centenario para terminar haciendo piezas de baja calidad, pues por bueno que sea el tejido, con ese hilo, el resultado es irregular. En esta entrevista, Socorro Añorve, entonces líder de las artesanas de Tlacuachistlahuaca y Huehuetónoc, explica los vericuetos de los trámites para lograr un crédito imposible.


- Somos un grupo de mujeres que hacemos telar de cintura, 10 mujeres de Tlacoachis y 37 de Huehuetonoc -una comunidad de una hora de distancia de aquí-, hemos venido trabajando desde 1997. Hasta ahorita lo único que no hemos tenido es crédito de ninguna dependencia, ahora estamos formando otro grupo, pues vamos a hacer un proyecto para ver si ahora sí nos sale el préstamo porque ya van dos veces que metemos el proyecto a FONAR y no nos han dado crédito el anterior. Nos lo dio en 1997, lo pagamos y volvimos a meter otro; nos lo dio en 2000 y ya pagamos ese en 2002; volvimos a meter otro en 2003 y esta vez no nos salió.


-¿Por qué? - Dijeron que el proyecto estaba mal. Que yo me acuerde, al principio, el proyecto que metimos en 97 era un proyecto muy sencillo, que ni nosotros lo entendíamos, porque era el primer préstamo que pedíamos, y sí, nos apoyaron, pero fue por un movimiento que se hizo en el INE, cuando antes era INE ahí en Ometepec, fue cuando nos apoyó el gobernador. Ya de ahí estuvimos pagando, pero en 2003 metí otro proyecto y no nos salió, dijeron que estaba mal el proyecto, que el perfil y quién sabe que tanto. La intención de nosotros es hacer dos grupos, o sea, de dos comunidades, Tlacoachis y Huehuetonoc, pero ahora ya no nos permitieron que saliera así.


-¿Pagaron su anterior…?


-Todo, pero como nos habían dicho que “pagas y te vuelven a prestar” con otro perfil y otro proyecto, lo que hicimos -y creo que estaba mejor-, pero ya no nos salió el crédito.


-¿Están pidiendo mucho dinero?


-No, es lo mismo, nada más que hubo discusión, yo tuve discusión con la licenciada de acá de Ometepec, y ya yo creo que de ahí fue que no le pareció que nosotros hubiéramos discutido, y ya no nos salió el préstamo de 2003. Hasta ahorita no tenemos préstamo de ninguna dependencia.


-¿Qué piensan hacer?


-Pues el día 4 vino mucha gente de diferentes dependencias y dijeron que el que no tenía crédito fueran a estar en un taller para el día 20 y de ahí se veía si apoyaban a los grupos que no tienen crédito. Por eso vamos a estar para el día 20, que va a ser sábado, a ver si nos apoyan. Tenemos el proyecto de 2003, no sabemos si nos van a decir que hagamos otro proyecto. Hacer un proyecto es muy difícil, tenemos que pagar a que nos hagan el proyecto y todo eso. El año pasado habíamos pensado en meter un proyecto, ya no de artesanías, porque no nos salía el dinero de artesanías, pensamos cambiar el proyecto, meter de uno de marranos, pero desgraciadamente no hallamos una persona que nos ayudara a hacer el proyecto, no se acabó.


-¿No les daba pena abandonar la artesanía?


-Pues no, porque no teníamos cómo seguir trabajando lo que es artesanía, porque también cuesta mucho lo que es el hilo y el trabajo, y tampoco hay mercado para venderlo. Así que pensamos hacer otras cosas, de todas maneras nosotros vamos a cuidar a los animales y a tejer, porque cuidar los animales no quita mucho tiempo, es a la hora del almuerzo, la hora de comida y la hora de la cena, para darles su agua de masa y ya, ocupas ahí tu trabajo. Y volver a tejer. O sea, de que vamos a tejer vamos a seguir tejiendo, nada más que no hemos podido sacar crédito para el telar. Mis compañeras a veces se molestan porque para ir a una reunión a Ometepec, para ir a una reunión en algún lado, para regresarte de ahí, se ocupa dinero y a veces no tiene uno para dar cooperaciones.


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