jueves, 17 de agosto de 2017

Educación indígena en Cuautempan, Puebla

Inicio hoy una serie de entregas que resultaron de un largo trabajo de campo a mediados del año 2011 por las sierras de Puebla, Veracruz y Oaxaca. Espero que te gusten y que los disfrutes.



Comunidad náhoa de Vista Hermosa, municipio de Cuautempan, Puebla

9 de junio de 2011

Para llegar a la Escuela Primaria “General Juan Francisco Lucas”, de la comunidad Vista Hermosa, municipio de Cuautempan, Puebla, es necesario salir de Zacatlán de las Manzanas hacia el sur, hasta San Miguel Tenango y Aquixtla, ahí se hace un corte y se sube nuevamente al norte por Pachuquilla, hacia Tetela de Ocampo; se pasa por Hueytentan, San Esteban y se llega a la cabecera municipal, que es Cuautempan, de ahí hay que subir una montaña hasta la comunidad de Vista Hermosa donde, en efecto, la vista es magnífica.

Cuautempan se localiza en el noroeste del estado de Puebla y alcanza alturas de hasta
2,680 metros sobre el nivel del mar, pertenece a la cuenca del Tecolutla y es cruzado por ríos jóvenes e impetuosos que desembocan en el Golfo de México, entre los más importantes destacan el río Zempoala y el río Apulco, afluente del Tecolutla.

El municipio ha perdido buena parte de su vegetación original, aunque conserva grandes áreas de bosque con pinos y encinos, destacadamente patula y lacio. Se siembra frijol, maíz y café; chile verde y ajo, y entre los árboles frutales más abundantes es común encontrar ciruela, granada y plátano.

Ahí, en las instalaciones de una escuela primaria, entrevisté a los profesores Fidel Santiago Díaz, José Alaya y Martín Arenas Cabrera sobre las dificultades de su trabajo educativo en el sistema bilingüe implementado por la SEP a través de la Dirección de Educación Indígena.


Escuela Primaria “General Juan Francisco Lucas”, de la comunidad Vista Hermosa, municipio de Cuautempan, Puebla.

Prof. Fidel Santiago Díaz

Mi nombre es Miguel Santiago Díaz, estamos aquí comisionados en la dirección de la escuela “General Juan Francisco Lucas”, de la comunidad Vista Hermosa, municipio de Cuautempan, Puebla.

Estamos trabajando quinto y sexto grado de primaria, con actividades y proyectos de la UNAM, que lo encabeza la doctora Leticia Gallegos y la maestra Xóchitl.

La intención de trabajar como maestro nace por el acercamiento de familiares, que también son maestros, cosa que fue un poco difícil. Finalmente, por invitación de familiares, tomamos el curso de instrucción y después nos dieron la orden de empezar. A través de este curso de instrucción pudimos entrar al magisterio.

Originalmente somos de Veracruz, con raíces culturales de la lengua náhuatl, la diferencia que yo recuerdo es que los maestros con los que trabajé, en un momento dado se nos llegó a prohibir la comunicación en la lengua materna, y actualmente no es así. Ahora hay medios de comunicación donde se están difundiendo las lenguas indígenas, nosotros de igual manera lo hacemos con los niños, los impulsamos, los ayudamos. Esa es la diferencia que puede existir con el pasado cercano. Jamás le hemos prohibido a ningún niño que se comunique en su lengua materna.

El principal atributo de la educación indígena es el sentido de pertenencia a un grupo étnico, porque sabemos de antemano que los pequeños tienen  problemas educativos o problemas psicológicos si se les prohíbe. Si a mí se me hubiese permitido quejarme en lengua materna hubiera sido un apoyo, hubiera valorado todo esto, mi autoestima hubiera estado bien, pues no es lo mismo llegar a un grupo y decirles que lo que hacen está mal, que no se pueden comunicar en su lengua materna. Lejos de motivar al alumno lo restringen. Yo sufrí discriminación porque nacimos, nos desarrollamos, crecimos en un grupo indígena; en un ambiente, en un espacio donde se hablaba en náhuatl. Llegas a otro grupo en donde te dicen que no debes hablar la lengua, entonces hay un choque.

El proyecto que manejamos es un proyecto de ciencias. En un principio la mayoría nos fuimos con la idea de que hablar de ciencias tenía que ver con aparatos sofisticados, pero el hablar de ciencia no está siempre relacionado a aparatos, sino a desarrollar en el niño diversas habilidades. En el primer curso que tuvimos, el primer tema fue sobre colores. Al hablar de colores pudimos adaptar diferentes contenidos, pues no es lo mismo estar explicando, por decir, la teoría que la práctica. Entonces hay seis colores principales y es donde el niño lleva a la experimentación, combina los colores y de ahí salen otros colores. Manejamos lo que es el círculo cromático; los colores primarios son el amarillo, el rojo y el azul. Entonces no es lo mismo estar explicándolo en español que en náhuatl. De la combinación del azul y amarillo resulta el color verde. Así, como que les queda un poquito más claro. Parte lo explicamos en náhuatl, parte en español; en náhuatl existen los nombres de los colores, pero, por ejemplo, la palabra ciencia, literalmente no existe la traducción del nombre ciencia en náhuatl, como muchas otras palabras. Entonces vamos adaptando.

Hay muchas satisfacciones. En primera, ver cómo existe el interés en los niños por trabajar, el interés que le ponen ellos, el entusiasmo, es la más grande gratificación que uno puede recibir. Y luego, también, aunque nosotros hemos estudiado carreras, a veces descuidamos la parte de la ciencia. Si no contamos con recursos materiales, por ejemplo, en una cosa muy sencilla: “¿cómo podemos alcanzar a ver los objetos?” A veces uno no se plantea eso, uno no llega a preguntárselo. Sin embargo, con la explicación de los recursos que hemos aprendido, hemos logrado disipar muchas dudas. ¿Cómo podemos observar las imágenes? Con los ojos, sí, pero ¿cómo los vemos? Bueno, en primer lugar con la luz, esa luz llega al objeto y se proyecta, parte de esa luz llega a los ojos y es como podemos observar los objetos. ¿Y en la oscuridad podemos ver los objetos? No, entonces necesitamos luz. Como maestro, al ver el interés de los niños, es gratificante.

Lo primero ha sido acostumbrarnos a ver los conceptos que se manejan en la ciencia, quizá no sea un obstáculo, pero es en lo que deberíamos de tener más cuidado. En el inicio del ciclo escolar ¡cómo batallamos con los libros de texto!, no llegaron a tiempo. Fuimos a la Corde y, como estaban con la reforma educativa, resulta que los libros que nos enviaron eran del año pasado ¿cómo vamos a trabajar así? La prioridad del gobierno es la tecnología, pero si no tenemos equipo de cómputo, cómo vamos a trabajar el tema de tecnología. Actualmente está de moda trabajar con páginas de internet, pero no tenemos computadora, no tenemos red de internet. Tenemos enciclomedia, pero no han venido los técnicos para arreglar los aparatos de enciclomedia, los aparatos no sirven. La tecnología es una parte difícil. Y lo otro: la dotación de materiales.

Si hubiera nivel Secundaria bilingüe estaría súper bien, si hablamos de la vinculación de los tres niveles y otros grados superiores, incluida la universidad. Ahora existe la vinculación de educación básica, hay alumnos de preescolar, de primaria, que hablan una lengua materna, una lengua indígena, pero van a la secundaria y van a conocer una lengua extranjera. Entonces no hay una vinculación ahí. Ahora, hablando de proyecto formativo, okey,  nosotros como maestros de primaria indígena aprovechamos todos los medios, pero le digo, van a la secundaria y ahí ya tienen que ver otras realidades. Y estaría bien que la secundaria ya existiera.

Pero estoy contento, en primero yo agradezco la respuesta de los padres de familia. Cuando llegamos aquí comenzamos con tres compañeros, en la escuela no había alumnos, había que traerlos. Nosotros siempre nos hemos alejado de los prejuicios, del que dirá la gente, invitamos a los padres de familia y hubo una buena respuesta de alumnos, tenemos setenta y dos alumnos. Cuando entramos hace tres años había como sesenta alumnos, espero que en el siguiente ciclo tengamos un poquito más. Siempre hay diferencias, como en cualquier lado, pero aquí nos hemos apoyado como compañeros, como maestros y como amigos también. Nos hemos apoyado, no puedo hablar mal de mis compañeros, recibo un gran apoyo de ellos. Y bueno, también tenemos esta fuerza de contar con materiales de la autoría de los maestros de la UNAM y de la UPN, sabemos que estos materiales son de alto costo.

Escuela Primaria “General Juan Francisco Lucas”, de la comunidad Vista Hermosa, municipio de Cuautempan, Puebla.

Prof. José Alaya Sánchez

Mi nombre es José Alaya Sánchez, soy docente, atiendo primero y segundo grado, que es primer ciclo, la escuela es “Juan Francisco Lucas”, de la comunidad de Vista Hermosa, municipio de Cuautempan, Estado de Puebla.

Llevo once años de servicio, en esta comunidad apenas tres años, en el mismo sistema de educación indígena. Yo hablo la lengua indígena. Mi primera lengua es náhuatl. Estamos llevando a cabo con los alumnos una asignatura que es la lengua indígena y ahí hemos explorado con los niños algunas cosas sobre la naturaleza, la explotación de la naturaleza, todo en lengua indígena.

Estuve en escuela bilingüe en la ciudad de Cuetzalan. En mi caso cursé en esa escuela que era telesecundaria y donde los maestros aprendieron a hablar náhuatl, pues su primera lengua era el español. En mi caso fue mi formación. En ese caso todavía no conocíamos, estamos hablando del 80, cuando todavía no había educación indígena en mi pueblo, pero ya después llegué a la telesecundaria y pude estudiar. Y fueron muchos los maestros de México que vinieron y lo vieron.

Yo soy producto de este sistema. Sobre todo puedo comentar algo respecto, ya que yo también estudié en una secundaria donde se hablaba la lengua indígena, participé como alfabetizador en el INEA donde tuvimos talleres, hemos compartido con los niños narraciones, palabras cortas, algunos cuentos, leyendas sobre todo. Hablamos ya de narraciones, que sé yo. Prácticamente hemos explorado, hemos trabajado, respetando nuestro medio ambiente. Y en este caso tenemos, por ejemplo, aula de ciencias, la pintura sobre todo. Hemos platicado, dialogado con los compañeros, del por qué no llevamos otro proyecto, por ejemplo, de reciclaje de papel, para mejorar nuestro medio ambiente, porque hoy en día escuchamos sobre la contaminación, el calentamiento global. De ahí podemos partir con los niños indígenas náhoas, con su maestro de educación indígena, para fomentar un proyecto. Yo puedo manejar este proyecto porque yo trabajé en un caso de reciclar papel ¿y con eso qué podemos hacer?, pues no contaminar el ambiente. Y lo queremos hacer con los tres compañeros, pero se necesita un respaldo, trabajar con algunos compañeros, amigos, amistades, en este caso ustedes, si nos pudieran echar ese apoyo, la mano con ese proyecto. Vemos mucho papel tirado, inclusive los plásticos y, bueno, recogerlos y reciclarlos.

Sobre todo ganaríamos un recurso y un apoyo económico para comprar algunas cositas, por ejemplo una licuadora, cestos, algunas telas de maya, que tienen su marco para la hora de hacer un taller, decirles a los niños: “lo vas a levantar así”, explicarles. Una lámina, que es una hoja de aluminio, se pone ahí, se seca el papel y se le ponen algunos colorantes. ¡Chulada de papel que sale!, tipo serigrafía.

En esta comunidad, la verdad, se carece de recursos. Hay mucha emigración. Y precisamente hablando de este proyecto, si se logra, de solicitar un apoyo, por ejemplo, de la presidencia municipal para que también la gente no emigre, porque también de ese modo los niños se quedan solitos.

Escuela Primaria “General Juan Francisco Lucas”, de la comunidad Vista Hermosa, municipio de Cuautempan, Puebla.
Prof. Martín Arenas Cabrera

Mi nombre es Martín Arenas Cabrera, me encuentro trabajando con los niños de segundo ciclo, en tercero y cuatro, en la asignatura de matemáticas. Estoy relacionando las operaciones básicas: suma, resta, multiplicación y división, en ambos grados. Para ello estoy aportándoles algunos materiales. De hecho, estoy trabajando con lo que es la lección cuarenta y cuarenta y dos, en ambos grados, y la actividad se refiere a las cuatro operaciones básicas. Y en una lección dice “lecciones de repaso”; qué es el perímetro, la suma, la resta, fracciones, entonces estoy repartiendo unas tarjetitas pequeñas de hojas blancas en las que ellos están fraccionando, porque la lección pide la fracción de un tercio, pero de diferente forma. Están las figuras, pero ellos las tienen que marcar. Esa es una. En otro, en tercer grado, la identificación de eso y el trabajo de lo que son los precios de los productos.

Aquí se habla en forma bilingüe, en español y en náhuatl. Yo lo trabajo de las dos formas. Hay niñitos que no son totalmente monolingües en náhuatl, sino que lo trabajo en español, pero con el que no lo entiende me dirijo a ellos en náhuatl.

Entonces “vamos a trabajar con esto, cómo le van a hacer, de qué forma”, el niño trabaja en náhuatl en la forma que yo le explico, pongo los números, que de hecho tercero y cuarto son secuencias numéricas, el antecesor y sucesor, entonces les explico del uno al diez, que es la base en náhuatl. Así se los pongo y después les pido que lo escriban en su cuaderno y que lo repasen, porque es el repaso lo que hace la práctica. Que en su cuaderno escriban de una forma más directa, “obsérvenlo, léanlo, para que se les vaya quedando aquí en la cabecita”.

La principal ventaja del idioma materno es que entienden mejor, trabajan de manera correspondida, porque de que les explica uno en español, los que entienden bien, hacen esto y hacen otro, hay niños muy habilidosos, pero hay niños que son de lento aprendizaje, ellos lo hacen más despacio y otros que no lo entienden en español, a ellos les hablo en náhuatl y corresponden a lo que uno quiere. Algunos no lo quieren realizar por ciertas razones, porque en primera puede que no les interese, pero dependiendo también de la forma en que nosotros les expliquemos es como van a trabajar, y claro, la motivación.

Obstáculos. Que cada uno manipulara el objeto, la situación que se está trabajando de acuerdo a su motivación, al interés con que se tomen las cosas, que los satisfaga, que digan “esto que estoy viendo para qué me va a servir, en qué lo voy a utilizar”. Estamos trabajando con ellos la famosa reforma, que pide cosas que al niño le llamen la atención, “para qué les va a servir”, eso también se les explica.

Estamos llevando documentos en donde tenemos que trabajar con la lengua náhuatl, componiendo lo que son cuentos, leyendas, fábulas, mitos de lo que tenemos mucho en la comunidad. Lo que son las famosas leyendas. A ellos los motiva mucho lo de La Llorona, y se explayan escribiendo en náhuatl y español lo que ellos observan. “Maestro, es que arriba de mi casa se aparece un perro negro, pero de repente lo vemos, después volteamos y ya no está”. Entonces de eso hablan, eso es lo que los motiva.

A los niños cómo les encanta cuando digo esto: “maestro esto, maestro lo otro”. Ahora sobre esto escríbemelo. Pero son  cortantes en su expresión, entonces les motiva uno, bueno yo así le hago al hacerles preguntas para que ellos se expandan en su versión. “A ver, si viste ese perro, cómo lo viste, en dónde lo viste, de qué color era, cómo era”.

Sí, nosotros les damos o trabajamos de esa forma, buscando estrategias, esas son las estrategias, el encaminarlos a las formas en que ellos van a hablar. Motivándolos, dándoles esa confianza, ellos hacen maravillas, lo que se les dificulta en sí, y hasta a nosotros los adultos, es que no estamos acostumbrados a escribir. Tenemos ideas, pero no las desarrollamos en escritura, a la hora de escribir es difícil. Pero bueno, se está empezando con las famosas narraciones de niños y niñas indígenas. Entonces,  últimamente, lo trabajé con quinto y sexto, el maestro se ausentó por un problema y lo trabajé con ellos. Les dije: “ustedes escriban, porque si ustedes no escriben, ese es el problema, cuándo vamos a empezar”. Echando a perder se aprende, así inician todos los escritores.

Debes partir de lo que sabes, una vivencia que hayas tenido. Yo, con toda sinceridad, le digo que eso hago. Porque yo soy muy enfático en eso. “¿Qué creen?”, “¿Que pasó, maestro?”, “les voy a contar una anécdota, una vivencia que me pasó”. Entonces con eso les inyectas confianza, a algunos en español y algunos en náhuatl. Llego y motivas al niño. “Maestro, no le quiero contar”. “Cuéntame”. Y lo hace. Entonces ahora ya viene lo bueno, cuando le digo; “ahora escríbelo, ya lo contaron, ya lo tuvieron en palabras, ahora escríbanlo”. No es difícil. Entonces lo hacemos de esa manera; claro, los libros son apoyos importantes, ahí vienen algunas formas, la comida ahí está, la receta, cómo lo preparan en mi casa, le ponen tal cosa; no, en mi casa le ponen esto y lo otro. Esa es la forma.

A mí siempre me gusta hablar y, repito, cuando un maestro se da a conocer, se identifica ante la ciudadanía, ante el individuo tal y como es, la gente se acerca, se explaya y dice: “oye esto, oye lo otro”. Inclusive en los niños, te llaman: “maestro, vamos a jugar a esto, vamos a hacer esto, te invito a esto”. Por lo mismo, de que uno muestra su identidad, tal y como somos, a ellos se les da seguridad, confianza. N`ombre, son bien lindos, son muy lindos.

El principal problema es la escritura de la lengua náhuatl, de que últimamente tenemos llamados de supervisión en donde se nos han dado talleres de lengua indígena, en nuestro caso en náhuatl, pues no tenemos, se nos está dando apenas a conocer la gramática, llamémosle así, que son 18 grafías. Hay materiales impresos pero que vienen de otra región, donde se utiliza otro tipo, una variante del náhuatl. Entonces a mí me gustaría, aunque ya estamos implementando algunas estrategias, decirles cuántas grafías se utilizan, pues hay confusión inclusive en el alfabeto. Y el famoso abecedario, “que el abecedario son tantas letras”, y “en la gramática son 16 grafías”; pero bueno, la práctica hace al sabio. Y la discusión y el análisis porque el niño escribe, como puede escribe. Lógico, los grandes escritores lo dicen: el niño escribe pero no como debe de ser, debemos matizarlo, decirle, subrayar, alimentarlo. Entonces esa es mi inquietud, tener material adecuado al contexto. Esa es una de las inquietudes que hemos tenido nosotros los profesores, que los materiales estén de acuerdo al contexto, partir de lo que el niño sabe para subir, pero no de allá para acá, sino de aquí para allá. Por ejemplo, le dices: “dibuja al avión”, lo ha visto de  muy lejos, pero no lo manipula como un niño de la ciudad, pues un niño de ciudad casi lo toca; pero si les dices: “dibuja un conejo”, ahí está. “Dibuja la víbora”, como sea la dibuja. “Ahora ponle su nombre, que la ortografía”, nosotros somos los que decimos: “mira, qué te parece esto que te subrayé, hay que cambiarle”, entonces son formas de cómo enlazar al niño para que él enriquezca su aprendizaje.





Fotografías de Cuautempan (desde Vista Hermosa)  tomada de http://mexico.pueblosamerica.com/foto/cerro-verde-ejecatepeco

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