Actualmente trabajo en la comunidad de Tzicatlacoyan un experimento artístico promovido por la ONG española Ayuda en Acción. Los sábados salgo por el sur de la ciudad de Puebla hacia la Presa Manuel Ávila Camacho y unos veinte kilómetros adelante se encuentra la comunidad, cuyo topónimo significa “hormigas guerreras” en náhuatl, aunque este es un idioma olvidado. Prácticamente nadie lo habla y sólo los más viejos lo escucharon hablar a sus mayores. El “tema náhoa” no es bienvenido, no les interesa como tema de conversación, a pesar de que las costumbres cotidianas como el baño temascal que sin excepción todos tienen en sus patios y la manufactura de petates de palma y canastos de otate que casi todas las familias elaboran en faena familiar.
No he insistido en un tema que no se quiere abordar, pero sí me he preguntado repetidamente las razones que tienen para separarse de él, para enfatizar que sólo son poblanos, unos mexicanos más, como tú y como yo. Mientras conduzco por la raquítica carretera que sigue a la autopista que sólo llega al famoso zoológico Africam Safari, los anuncios que indican la desviación a Huatlatlauca me recuerdan una nota periodística de Arturo Alfaro Galán que leí en La Jornada de Oriente el viernes 27 de marzo de 2009 titulada “Indios de mierda”, que tal vez ofrezca alguna pista a mis interrogantes. La reproduzco íntegra para la discusión:
“Indios de mierda, les vamos a partir la madre”, entre los insultos que profirieron policías judiciales a pobladores de Tochmatzintla
“Hijos de la chingada”, “maricones de mierda”, “coyones calienta pollas” y “pinches indios, les vamos a partir la madre” fueron algunos de los insultos que profirieron los integrantes de la Policía Judicial (PJ) desde la noche del miércoles hasta el mediodía de ayer a los pobladores de la comunidad de Tochmatzintla, perteneciente al municipio de Huatlatlauca, en donde detuvieron a tres judiciales y a cinco policías municipales.
Desde su llegada a la localidad, situada en la región de Tecali de Herrera –a 120 kilómetros de Puebla–, los judiciales comenzaron una serie de provocaciones contra los pobladores a fin de “tronar” la situación y justificar la incursión de un acto violento para atacar a los lugareños. Y es que la madrugada del pasado jueves, los oficiales comandados por el director de la PJ, Hugo Issac Arzola Muñoz, intentaron penetrar las barreras de los habitantes con la finalidad de lograr la liberación de los tres judiciales detenidos en la cárcel de la comunidad y resguardada por más de 50 pobladores de Tochmatzintla, quienes al ver los intentos de hostigamiento en su contra prefirieron resguardarse y controlar la situación para evitar enfrentamientos.
Los policías caminaban con las armas desenfundadas, a paso firme y con una actitud retadora, en las afueras de la presidencia de la comunidad agraria en Huatlatlauca. Pese a estar en servicio público, algunos ingerían bebidas alcohólicas que se repartían gratuitamente en el centro de la comunidad por el festejo patronal que comenzó ese día y terminará mañana.
La actitud de los oficiales tomó otra cara cuando aproximadamente a las 2 de la mañana arribó al lugar la gente de TV Azteca. El director de la Policía Judicial ofreció declaraciones a los medios de comunicación presentes y precisó que “agotarán” el diálogo con los inconformes antes de pensar en una acción “agresiva”, cuando minutos antes se habían enfrentado con los pobladores en por lo menos dos ocasiones.
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