Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como yoreme, palabra que significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los demás grupos indígenas.
El grupo yaqui ocupaba tradicionalmente una larga franja costera y de valle al sureste del actual estado de Sonora, al norte de Guaymas. Bajo el control de las misiones jesuitas, la población se concentró en ocho poblados situados de sur a norte a lo largo del Valle del Yaqui, con un territorio 485 mil hectáreas. Los yoreme se organizan alrededor de los ocho pueblos tradicionales. Cada uno representa una unidad política, militar, religiosa y ritual, siendo Vícam la cabecera de la comunidad.
La religión yoreme se presenta, a raíz de la Conquista, como un ritual complejo que yuxtapone creencias y prácticas nativas con las católicas sin que haya contradicción entre ellas o supeditación de una sobre otra. Así, encontramos la sobreposición de identidad entre la Virgen María con ltom Aye (nuestra madre), Jesucristo con Itom Achai (nuestro padre) y la preeminencia de otras figuras como la Virgen de Guadalupe, San José, la Santísima Trinidad y los santos patronos de cada pueblo.
Una de las prácticas culturales más influyentes de los yoreme es la medicina tradicional. Los curanderos se rigen por un conjunto de creencias mágico-religiosas en donde Dios es la máxima divinidad del bien, de quien se recibe el don para curar, que no puede ser empleado en favor de la propia descendencia. Por lo regular el oficio de curandero se hereda de los antepasados, quienes transmiten los conocimientos sobre las creencias, el manejo de la herbolaria, los tipos de enfermedad y los ritos curativos. Las principales técnicas curativas se basan en limpias, preparación de infusiones medicinales y sobas.
La actividad artesanal es ceremonial, sin fines comerciales. Los danzantes hacen máscaras talladas en madera, collares de conchas y piedras marinas y cinturones con pezuñas de venado. Los músicos fabrican sus tambores y flautas. Algunas familias manufacturan petates, canastas y coronas de carrizo; platos y tazas de barro que utilizan para las fiestas y después destruyen. También confeccionan faldillas, blusas, manteles, servilletas y mantos. El único producto artesanal que se comercializa son las muñecas de trapo, que hacen las mujeres.
No son los únicos yoremes, también los mayos se identifican así, como lo veremos más adelante.
Investigación: María Eugenia Olavaria
Fuente: www.ini.gob.mx
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