Ni están todas las que son, ni son todas las que están, pero esta lista puede darnos una idea de las corrientes históricas del modo de asumir el registro de la “realidad antropológica”:
Escuela de Grierson. Esta escuela británica inspirada en las ideas de John Grierson
(1898-1972), considera que el documental debe animar una reforma social al
exponer, no sólo los problemas que enfrenta al ser humano frente a la
naturaleza, sino los que vive en sociedad por los efectos injustos del sistema
económico capitalista. La tarea primordial del documentalista consiste en
encontrar los medios que le permitan aprovechar el dominio que posee de su arte
persuasivo de la multitud, para enfrentar al ser humano con sus propios
problemas, trabajos y condiciones.
Frontier Films, en realidad una compañía de cine fundada por el precursor de la
fotografía directa o realista, que eran imágenes sin manipulaciones o efectos
de ningún tipo, Paul Strand (1890-1976), que dura apenas unos años (1937-1942),
pero que le da tiempo de producir siete documentales de temas políticos: la
guerra civil española, sobre el Ejército Rojo en China, sobre educación en
Tennessee (dirigido por Elia Kazan), sobre glaciares y sobtre los derechos
civiles de trabajadores de Detroit.
Direct Cinema: El Cinema directo o Direct Cinema son documentales realizados
originalmente entre 1958 y 1962 en la provincial de Quebec, Canadá, ppor
realizadores como Timothy Asch y Napoleon Chagnon. Es muy similar al género del
cinema Verieté, que se caracteriza por filmar documentales capturando
directamente la realidad y buscando representar la realidad desnuda, cuestionándose
la relación entre cine y realidad.
El Cine observacional (Direct cinema) con una motivación casi científica, busca captar toda
la realidad posible procurando la mayor proximidad con los filmados. No hay voz
en off. Se intenta evitar todo tipo de interpretación, eliminar cualquier
dirección o influencia en la acción y captar así la realidad espontáneamente.
Autores como Richard Leacock, Donn Alan Pennebaker o David Maysles que, sin
embargo, olvidan que el montaje es necesario para contextualizar aquello que,
al ser grabado, está siendo sacado de su contexto, y por lo tanto siguen sin
garantizar la deseada objetividad.
Cine-Ojo (Kino-Glaz), Para Dziga Vertov y su Cine-Ojo (Kino-Glaz), la cámara es una
extensión del propio ojo, las imágenes no son un catálogo de la realidad, sino
su interpretación. Entiende que su labor consiste en organizar las imágenes del
mundo, que por si mismas no tienen sentido y hacerlas asequibles al público, de
ahí la importancia que da al montaje. Vertov usa la cámara con un objetivo
claro: ofrecer una nueva percepción del mundo. Lo criticable en su caso viene
de que la persona no aparece como individuo, sino como un agente más dentro de
un conjunto. Años más tarde Jean Vigo apuesta también, en la línea de Vertov,
por un cine social que abra los ojos del espectador. La Antropología, sin
embargo, no asumía estas propuestas y seguía en su empeño de catalogar y
transmitir datos.
El cinema verité (o cine de realidad) de Jean
Rouch (filmado en colaboración con el filósofo Edgar Morin) rueda el encuentro
entre la cámara y la realidad, graba así la nueva realidad que provoca. Se
busca aprovechar la inevitable subjetividad de forma positiva. La lección de
Rouch es que la observación del Otro
sólo es posible cuando éste deja de ser un objeto para ser un sujeto que habla,
desea, se expresa y participa, pues ante todo es una persona. El objetivo es
acompañar a los otros en sus vidas, compartir sus experiencias, sumarse a ellos
como grupos vivos que participan en la historia.
La
cuestión está ya en que no es válido un monólogo, ha de haber diálogo, pero
aunque este cine muestra la relación entre observador y filmados no pone en
evidencia el proceso de grabación.
El cine reflexivista trata de invertir la mirada: consiste en explicar qué es lo que ha
llevado a construir ese texto, desde qué punto de vista se ha hecho. Las
sociedades representadas no son sino construcciones de la mirada que las crea.
La autoetnografía intenta salvar este escollo dando a los mismos nativos la tecnología necesaria
para que ellos mismos se expresen. Este cine de los 70, militante, político,
exigente y reflexivo, va a promover que los antiguos observados creen sus
propias películas ofreciendo así sus puntos de vista.
El Deconstructivismo en los 80 ataca las bases mismas de la Antropología. Se
cuestiona toda autoría y se reivindica que el discurso científico,
presuntamente objetivo, obedece a una ideología concreta. El documental
meramente como un procedimiento más con su propia retórica. Se reconoce primero
la subjetividad del autor para después tomar conciencia de la existencia de
múltiples puntos de vista, donde el reto más difícil consiste en documentar las
propias categorías nativas.
La Antropología compartida. Actualmente el
debate objetividad-subjetividad se entiende desfasado o mal planteado, pues
ambas categorías se fusionan. La Antropología compartida se desarrolla a partir
del encuentro de las dos partes, y no de la mejor o peor disposición de una de
las dos.
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