lunes, 16 de julio de 2012

Escuelas o corrientes de Antropología Visual


Ni están todas las que son, ni son todas las que están, pero esta lista puede darnos una idea de las corrientes históricas del modo de asumir el registro de la “realidad antropológica”:

Escuela de Grierson. Esta escuela británica inspirada en las ideas de John Grierson (1898-1972), considera que el documental debe animar una reforma social al exponer, no sólo los problemas que enfrenta al ser humano frente a la naturaleza, sino los que vive en sociedad por los efectos injustos del sistema económico capitalista. La tarea primordial del documentalista consiste en encontrar los medios que le permitan aprovechar el dominio que posee de su arte persuasivo de la multitud, para enfrentar al ser humano con sus propios problemas, trabajos y condiciones.

Frontier Films, en realidad una compañía de cine fundada por el precursor de la fotografía directa o realista, que eran imágenes sin manipulaciones o efectos de ningún tipo, Paul Strand (1890-1976), que dura apenas unos años (1937-1942), pero que le da tiempo de producir siete documentales de temas políticos: la guerra civil española, sobre el Ejército Rojo en China, sobre educación en Tennessee (dirigido por Elia Kazan), sobre glaciares y sobtre los derechos civiles de trabajadores de Detroit. 

Direct Cinema: El Cinema directo o Direct Cinema son documentales realizados originalmente entre 1958 y 1962 en la provincial de Quebec, Canadá, ppor realizadores como Timothy Asch y Napoleon Chagnon. Es muy similar al género del cinema Verieté, que se caracteriza por filmar documentales capturando directamente la realidad y buscando representar la realidad desnuda, cuestionándose la relación entre cine y realidad.

El Cine observacional (Direct cinema) con una motivación casi científica, busca captar toda la realidad posible procurando la mayor proximidad con los filmados. No hay voz en off. Se intenta evitar todo tipo de interpretación, eliminar cualquier dirección o influencia en la acción y captar así la realidad espontáneamente. Autores como Richard Leacock, Donn Alan Pennebaker o David Maysles que, sin embargo, olvidan que el montaje es necesario para contextualizar aquello que, al ser grabado, está siendo sacado de su contexto, y por lo tanto siguen sin garantizar la deseada objetividad.

Cine-Ojo (Kino-Glaz), Para Dziga Vertov y su Cine-Ojo (Kino-Glaz), la cámara es una extensión del propio ojo, las imágenes no son un catálogo de la realidad, sino su interpretación. Entiende que su labor consiste en organizar las imágenes del mundo, que por si mismas no tienen sentido y hacerlas asequibles al público, de ahí la importancia que da al montaje. Vertov usa la cámara con un objetivo claro: ofrecer una nueva percepción del mundo. Lo criticable en su caso viene de que la persona no aparece como individuo, sino como un agente más dentro de un conjunto. Años más tarde Jean Vigo apuesta también, en la línea de Vertov, por un cine social que abra los ojos del espectador. La Antropología, sin embargo, no asumía estas propuestas y seguía en su empeño de catalogar y transmitir datos.

El cinema verité  (o cine de realidad) de Jean Rouch (filmado en colaboración con el filósofo Edgar Morin) rueda el encuentro entre la cámara y la realidad, graba así la nueva realidad que provoca. Se busca aprovechar la inevitable subjetividad de forma positiva. La lección de Rouch es que la observación del Otro sólo es posible cuando éste deja de ser un objeto para ser un sujeto que habla, desea, se expresa y participa, pues ante todo es una persona. El objetivo es acompañar a los otros en sus vidas, compartir sus experiencias, sumarse a ellos como grupos vivos que participan en la historia.
La cuestión está ya en que no es válido un monólogo, ha de haber diálogo, pero aunque este cine muestra la relación entre observador y filmados no pone en evidencia el proceso de grabación.

El cine reflexivista trata de invertir la mirada: consiste en explicar qué es lo que ha llevado a construir ese texto, desde qué punto de vista se ha hecho. Las sociedades representadas no son sino construcciones de la mirada que las crea.

La autoetnografía intenta salvar este escollo dando a los mismos nativos la tecnología necesaria para que ellos mismos se expresen. Este cine de los 70, militante, político, exigente y reflexivo, va a promover que los antiguos observados creen sus propias películas ofreciendo así sus puntos de vista.

El Deconstructivismo en los 80 ataca las bases mismas de la Antropología. Se cuestiona toda autoría y se reivindica que el discurso científico, presuntamente objetivo, obedece a una ideología concreta. El documental meramente como un procedimiento más con su propia retórica. Se reconoce primero la subjetividad del autor para después tomar conciencia de la existencia de múltiples puntos de vista, donde el reto más difícil consiste en documentar las propias categorías nativas.

La Antropología compartida. Actualmente el debate objetividad-subjetividad se entiende desfasado o mal planteado, pues ambas categorías se fusionan. La Antropología compartida se desarrolla a partir del encuentro de las dos partes, y no de la mejor o peor disposición de una de las dos.

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