Mesa redonda. A partir del 16 de enero de 2012 envié a una decena de antropólogos y
antropólogas un cuestionario sobre la academia de la antropología frente a la
llamada antropología visual o, para ser más precisos, sobre el recurso del
video en la práctica de la antropología.
Ocho
de ellos tuvieron la amabilidad de responderme y de esa forma fue posible
reunirlos en esta mesa de discusión virtual. Paso primero a presentarlos:
Luis Arturo Jiménez Medina es Doctor en Antropología y miembro del Sistema Nacional de
Investigadores; es catedrático en la Escuela Nacional
de Antropología e Historia (ENAH) y en el Colegio de Antropología Social de la Universidad Autónoma
de Puebla. Su último libro: La virgen de Schoenstatt un acercamiento antropológico
a un movimiento eclesial en Querétaro México
María de los Ángeles Martínez
García es Antropóloga Social y está a punto de
concluir su posgrado en Desarrollo Económico y Cooperación Internacional. En
los últimos seis años ha trabajado en proyectos de Desarrollo comunitario en
Tzicatlacoyan, Puebla, por parte de la Fundación Empresarios
por Puebla.
Víctor Hugo Valencia Valera es Antropólogo de largo andar, autor y co-autor de libros de
antropología y desde hace varios años delegado del Instituto Nacional de Antropología
e Historia en Puebla. Trabajó cine de 16 mm en la región caolinera de Huayacocotla,
Veracruz y es un incansable promotor de los temas antropológicos en Puebla.
Santiago Ruy Sánchez es licenciado en Antropología Social por la Escuela Nacional de Antropología
e Historia (ENAH), becario del CIESAS para la tesis “Transformación
socio-territorial y globalización en el Norte de Quintana Roo, el caso del
ejido Solferino, Lázaro Cárdenas (1990-2010)”. Ha hecho trabajo editorial y
participado con artículos en revistas como Artes de México, Lenguaraz,
Diario de campo INAH, Revista AZ, educación y cultura, Sensacional de
Antropología y Mundo Traveler. Actualmente trabaja en el Instituto
Interamericano de Cooperación para la Agricultura.
Saudhi Batalla: Cursó la licenciatura en Ciencias de
Comunicación Social en la
UAM-Xochimilco, es maestra en Historia y Etnohistoria de la ENAH y prepara su titulación
del doctorado en la
Escuela Nacional de Antropología e Historia; es becaria
de CONACYT con la investigación La
imagen Cinematográfica en la Etnohistoria Mexicana del siglo XX, análisis de
películas de los Archivos fílmicos del Centro de Investigaciones Antropológicas
de México y de la
Asociación Cultural Na Bolom en los años 50. Ha realizado trabajos en
video acerca de los Raramuris, la negritud en México y los Lacandones. También
se dedica a la promoción en fotografía y video de eventos culturales y
espectáculos. Es Jurado de la sección documental y realizó 38 programas de TV por
Internet del Festival El Cine a las
calles. Pertenece a la
Asociación de Mujeres en el cine y la TV y forma parte de la comisión
de organización y comunicación del Encuentro de Documentalistas
Latinoamericanos y del Caribe. Por sus características académicas a
intelectuales, Saudhi aparece en las dos discusiones de este estudio, como realizadora
y como antropóloga.
Julio Glockner Rossainz es Licenciado en antropología social e Investigador del Instituto de
Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma
de Puebla. Su último libro, en colaboración con otros autores: La realidad
alterada. Drogas, enteógenos y cultura (2006). Trabaja en el proyecto
“Enteógenos y chamanismo” y es autor de muchos libros e innumerables ensayos y
artículos periodísticos. Su voz, subversiva y claridosa, es un lujo en la
discusión de esta mesa.
Jaime Noyola Rocha estudió Arqueología en la
ENAH y es miembro de ICOMOS de México, UNESCO. Es un
incansable promotor cultural y especialista de la zona chalca del estado de México,
donde ha fundado museos y bibliotecas; es autor de una docena de libros de
arqueología, historia, memoria y cultura del oriente mexiquense y ha
participado como investigador, productor y guionista en muchos proyectos de
radio, televisión y video.
Guadalupe Méndez Lavielle estudió Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y
tiene treinta años dedicada a la investigación histórica y arqueológica.
Actualmente es cronista de Tlalmanalco, Estado de México y colaboró en el
registro etnográfico de la serie de documentales antropológicos del CNCA “Los
caminos de lo sagrado”, entre 1989 y 1994, sobre la fiesta tradicional
mexicana.
Muchas
gracias a todos por su participación.
Mesa Redonda Virtual:
¿Han utilizado en su quehacer
antropológico el recurso del cine o video?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
Sí.
Ángeles
Martínez García:
He
hecho video para documentar historias de vida y exponer problemáticas
comunitarias, aunque me hubiera gustado aprender más técnica en la universidad.
Víctor
Hugo Valencia:
Te
puedo informar que desde la formación profesional a través del crédito
académico obligado de “práctica de campo” un servidor y un grupo de compañeros
de escuela utilizamos el recurso del cine (16 mm) realizando con apoyo
de un profesional en 1976 el registro de nuestras prácticas de campo en la
región caolinera de Huayacocotla, Veracruz y además de cubrir el crédito
académico de “práctica de campo”, nuestra información de campo e interpretación
de la misma sustentó un importante documental en 16 mm que en aquél tiempo
intitulamos “entrañas blancas” que da cuenta y dio cuenta de el proceso de
explotación y extracción del caolín y su contexto social. En aquel tiempo fue
una verdadera novedad y aportación académica, además de que el propio material
de registro de la “práctica de campo” sirvió para muchas acciones y visiones
críticas de esta etapa formativa.
Santiago
Ruy Sánchez:
He
utilizado el video no como un elemento para el análisis ni de registro, sino
como una herramienta de acercamiento con la gente. En una ocasión, grabé la
fiesta patronal del poblado en el cual realicé mi estudio para la tesis de
licenciatura. Unos meses después al principio de una temporada en campo lo usé
como un obsequio para agradecerle a los pobladores su tiempo y hospitalidad.
Saudhi
Batalla: (respuesta abreviada)
Considero
que lo importante es fusionar lo artístico y entretenido. Sin demasiada carga
de información porque esta cansa al espectador. Sin embargo también considero
importante que muchos materiales de uso
más científico que artístico, donde la información es importante y
definitivamente será mejor no omitirla. Peter Burke menciona que para estudiar
la imagen tenemos que insertarla en un contexto y estudiarlo en trabajo de
archivo. De ahí que todo filme (ficción o documental) puede, como documento, tener una mirada
antropológica e histórica, eso dependerá de los intereses del investigador.
También al hablar de medios audiovisuales hablamos de nuevas tecnologías y esta
área también es muy específica. El uso de la imagen requiere el uso de la
tecnología. La edición necesita de una capacitación específica. El uso de la
computadora para crear documentales spots, páginas web etc. Por eso tan
especifico el campo de la Antropología Visual porque el trabajo es
multidisciplinario en la investigación antropológica, etnográfica e histórica,
en los medios de comunicación y en el arte. Por supuesto en el área de la
mercadotecnia para sustentar los proyectos visuales.
Yo
considero muy importante que de alguna manera se pueda abrir este ámbito
académico para los antropólogos, arqueólogos, historiadores, etnólogos y
lingüistas de la ENAH. Las
nuevas tecnologías como una herramienta de investigación antropológica pero
también como un medio de difusión de las investigaciones antropológicas. Estas
áreas de investigación son las que se deben procurar en la Escuela Nacional
de Antropología e Historia.
Julio
Glockner:
El
del video.
Jaime
Noyola Rocha:
Estoy
interesado en el video, pero no he tenido recursos para hacer un trabajo
profesional. Sólo he usado el video en aspectos de mi interés amplio en los
estudios regionales. El video “La
Piel del signo”, sobre la Capilla Abierta de
Tlalmanalco del siglo XVI.
Guadalupe
Méndez Lavielle:
La
experiencia que tuve en el CNCA, desde mi perspectiva, fue que a partir de la
revisión del registro etnográfico escrito de trabajos como los de Aguirre
Beltrán, Villa Rojas, Voigt, Bennet y Zing, Lumholtz, etc. Ir a buscar las
localidades y las imágenes que ilustraban lo consignado por esos autores, o
bien sus variaciones. Fue como hacer un segundo registro con imágenes y
sonidos.
¿Consideran que el registro
videográfico puede ayudar a la interpretación antropológica?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
Por
supuesto que sí, es una importante herramienta en el quehacer antropológico.
Ángeles
Martínez García:
Por
supuesto que sí, también depende muy bien del guión que permita que se expongan
realidades, voces y lecturas de esas realidades.
Víctor
Hugo Valencia:
Desde
mi particular perspectiva académica, ya que no continué en forma constante
utilizando este recurso visual (sólo la fotografía), te puedo decir que
considero que el “registro videográfico”, más que ayudar a la interpretación
antropológica, es un elemento fundamental y sustantivo de la interpretación y
análisis que se realice de un hecho testimonial o proceso social, analizando e
interpretando, ya sea desde la perspectiva antropológica, sociológica o en el
marco metodológico que se considere el registro; creo que es un sustento y apoyo
que, bien utilizado y aplicado, es una excelente herramienta aplicada con
grandes perspectivas y dimensiones de lo que representan los alcances de la
divulgación en un primer momento.
Santiago
Ruy Sánchez:
Considero que el
registro videográfico es una herramienta fundamental aunque a mi gusto tiene un
ritmo de trabajo distinto e impone nuevos desafíos en el acercamiento con la
gente.
Saudhi
Batalla:
Me
gusta mucho cuando Bonfil habla acerca de la importancia de incorporar el cine
a la investigación antropológica sobre todo en lo referente a que una imagen
puede ser repetida muchas veces al proyectarse y que esa virtud brinda al
investigador más posibilidades a la que le da solo el ojo y el registro en la
libreta de campo. El registro videográfico es la libreta de campo visual, es
registro etnográfico visual y es un medio de comunicación. El video y la foto
es un recurso indispensable para la investigación científica e interpretación.
Julio
Glockner:
Puede
ayudar a la interpretación antropológica si el receptor del mensaje es un
antropólogo, si no lo es, puede ayudar al público a interesarse en la
interpretación antropológica.
Jaime
Noyola Rocha:
Creo
que sí y que ya lo hace desde hace mucho tiempo. Aunque muchos de estos
registros tienen mayor impronta de los videoastas que de los antropólogos,
sería más interesante si el lente acusara más dependencia de lo que los
antropólogos consideran relevante. Creo que el caso más frecuente son
videoastas más conectados con las instituciones que hacen su propia lectura
sobre los decires de los antropólogos, con un énfasis en imágenes poderosas
desde el punto de vista plástico y una velocidad de escena más relacionada con
la aceleración del mundo que con el tema reseñado.
Guadalupe Méndez Lavielle:
Creo
por otro lado, que al menos es una herramienta más de registro documental, y
desde ese punto de vista es loable que se trabaje en la academia en esa
dirección. Pero, si atrás de la cámara y por tanto del documento audiovisual no
está un científico, o bien un artista, el documento audiovisual puede resultar
intrascendente, trivial.
¿La Antropología Visual puede llegar a ser
considerada conocimiento y no mero registro visual de campo?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
Desde
mi punto de vista la antropología visual sí puede ser un conocimiento
antropológico, sobre todo cuando éste se trabaja con categorías, conceptos y
modelos teóricos que se pueden articular con los adelantos tecnológicos y
comunicacionales.
Ángeles
Martínez García:
Considero
que sí, si en verdad se le da ese carácter antropológico y se utiliza como parte de investigaciones más
amplias. (Únicamente tomé un pequeño taller de antropología visual)
Víctor
Hugo Valencia:
Yo
consideraría a la “Antropología visual” si, como un conocimiento pleno o definición
académica cuando se sustente y ubique con una metodología clara, precisa y
trasparente, de no ser bajo estos elementos, podría sólo desarrollarse como una
técnica de apoyo a las ciencias sociales en general.
Santiago
Ruy Sánchez:
Antropología
Visual es una subdisciplina de la antropología que tiene un carácter plural
pues incorpora saberes de otros ámbitos como lo son la estética, la
cinematografía, incluso la animación. Por lo tanto se constituye por un cuerpo
de corrientes teóricas, herramientas metodológicas y prácticas, que en su
quehacer constante genera conocimiento.
Saudhi
Batalla:
Este
tema dentro de la academia ha ganado terreno en México. Es un medio en
construcción que ha reivindicado el uso de la imagen para la investigación
científica. Hace falta mucho camino por
recorrer. Significa invertir en equipo tecnológico, computadoras, software,
personal, capacitación. Una inversión económica muy fuerte. Esto sí sería
modernización.
Es
importante, si no contamos con los recursos, impartir talleres y seminarios ya
que en la actualidad este equipo de cómputo y video es cada vez más casero y
muchos alumnos ya cuentan con cámaras y computadoras y con programas de
edición. Por eso es importante continuar con el camino en el ámbito académico,
generando proyectos y utilizando la imagen.
Julio
Glockner:
Creo
que puede mostrar el proceso mediante el cual se genera ese conocimiento. Como
lo hace, por ejemplo, Roger Heim en el film sobre el trabajo de Gordon Wasson
con María Sabina.
Jaime
Noyola Rocha:
Aquí
puedo hacer una observación, sólo puedo interesarme en estudios prolongados,
por ejemplo de una región. En ese caso, al inicio de un estudio tal vez sólo
sea posible hacer un registro visual de campo, a través del tiempo y de la
profundización de las observaciones el estudio sin duda arrojarán conocimiento
y lo que llamas Antropología Visual no sólo contribuirá a aportar conocimiento
sobre un tema, sino que será imperioso entrar plenamente a una etapa de
difusión como por ejemplo un video profesional para presentar los datos maduros
a un público amplio, el cual ayude a proyectar en varios sentidos a una región
y abrir nuevos cauces a estudios similares.
Guadalupe
Méndez Lavielle:
Pienso
que en México se ha usado el audiovisual (cine), mucho más como una forma de
registro de la realidad de los pueblos indígenas, por ejemplo, como lo
realizado en el INI en los 60's y 70's. Últimamente hay trabajos padrísimos
como los que lograron Paty Ravelo y Rafael Bonilla acerca de las Muertas de
Juárez. Creo que ahí trataron de captar la realidad y al mismo tiempo la fueron
como reconstruyendo. Al final ¿encontraron otra verdad? o ¿la verdad inicial de
los autores se mantuvo tal cual y sólo comprobaron su hipótesis? No sé.
Bronislaw Malinovski afirmó
que “las conjeturas son el don principal de un pensador científico, y tales
conjeturas le son posibles al observador sólo gracias a sus estudios teóricos”.
¿En su opinión, el recurso audiovisual amparado en estudios teóricos podría
propiciar conjeturas científicas (o lo que sea que se llame científico en las
ciencias sociales)?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
Por
supuesto, mi argumento anterior confirma la respuesta a esta pregunta. A manera
de ejemplo habría que considerar el video denominado “Él es Dios”, que
realizaron Bonfil, Warman y Poncho Muñoz.
Ángeles
Martínez García:
Puede
propiciar y aportar, claro, en la medida que el proceso de conocimiento teórico
y el imaginario que se hace de éste en la vida propia, es confrontado con la
práctica y la realidad.
Víctor
Hugo Valencia:
En
lo personal y sobre la base de algunos intentos y resultados de trabajo
académico y mucho más trabajo operativo en proyectos aplicados, considero que
el “Científico social” siempre partirá de conjeturas e interpretaciones
generales, más allá de alguna hipótesis, etc. Y por supuesto que la realidad
del hecho o los hechos y un verdadero análisis de contextos (con toda la
sicología que esto implica) conllevan a un análisis y resolutivos serios que
los sustentará el elemento teórico como se quiera analizar o evaluar el proceso
o los procesos. Por esto me parece que desde mi visión pragmática, el “recurso
audiovisual” muy bien sustentado en un trabajo de investigación seria, sí
podría propiciar aportaciones científicas y/o académicas, pero insisto, siempre
y cuando exista un sustento documentado de investigación que soporte a dicho
recurso audiovisual.
Santiago Ruy
Sánchez:
No entiendo muy
bien qué idea de cientificidad se está manejando en la pregunta. El
funcionalismo en antropología buscó continuidades, reglas de comportamiento
otorgando un papel importante a la etnografía pero con premisas teóricas que no
daban cuenta del dinamismo social. A mi parecer, el pensamiento social ha
dejado de buscar causalidades, emular teorías y reglas universales de comportamiento
para buscar respuestas a problemas de investigación. En ese sentido el recurso
audiovisual se suma a otro tipo de recursos provenientes de muchas disciplinas:
ciencias “duras”, el performance, el teatro, etcétera. El detalle es
saber utilizar cada recurso de forma pertinente.
Saudhi
Batalla:
Por
supuesto que la imagen puede ser considerada una fuente principal para elaborar una investigación
científica. Sobre todo cuando está en el planteamiento del problema axial a la
hora de filmar, el argumento de un documental puede tener un fin científico y
cumplir los objetivos.
Julio
Glockner:
Creo
que puede intentarse aunque puede resultar muy aburrido. La reflexión teórica
requiere de sus propios tiempos y condiciones, que están más vinculadas al silencio
de la lectura, la toma de notas y largas meditaciones, que a la proyección de
un video. Además no veo la necesidad de forzar en un medio, recursos que
pertenecen a otro: el texto escrito.
Esto
no es, de ningún modo, en demérito del video, que tiene sus propios recursos
audiovisuales a explotar, más en el terreno de lo estético (que es otra forma
de conocimiento) que en el terreno “científico”.
Jaime
Noyola Rocha:
Es
importante el marco teórico y la utilización inteligente del recurso visual,
allí el tempo es determinante. Con la cámara rentada el tiempo es determinante
y si no se pueden plasmar plenamente las conjeturas, pasa algo que vemos
constantemente en los videos de la televisión, no se da la fusión entre el
“dato trascendente” y su comprobación visual. El sustituto son imágenes
apresuradas que no sabemos qué dicen.
El concepto de Antropología
Visual fue planteado por John Collier en 1967 y ampliamente promovido por la
reconocida antropóloga Margared Mead en un artículo de 1973 titulado “La Antropología Visual
es una disciplina verbal”, donde la autora de La adolescencia en Samoa invita a
los antropólogos a emplear métodos de registro basados en la técnica
audiovisual, preguntándose si acaso podrían afectar la construcción científica,
si el registro audiovisual altera el discurso antropológico basado
tradicionalmente en la palabra y en el texto. ¿Cuál creen que sea la razón de
que, a casi medio siglo de aquellas pertinentes observaciones, el recurso
videográfico no haya crecido en el ámbito mexicano de la Antropología?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
No
sabía que John Collier había planteado el concepto de “antropología visual”, sé
que dicho personaje es un escritor y pintor inglés y que murió en los treintas
o cuarentas del siglo XX. Tengo el conocimiento de que dicho enunciado
–antropología visual- es mencionado de manera reiterativa desde los sesentas,
pero dichas técnicas se utilizaron desde Boas, cuando menos es lo que yo
conozco.
En
México no ha habido promoción de la “antropología visual” porque los que se han
dedicado a ello no han planteado un argumento teórico consistente, la mayor
parte de ellos –no todos- se han limitado a los aspectos técnicos y no ha
habido poca relación con la reflexión teórica y etnográfica.
Ángeles
Martínez García:
¿No?,
a la mejor desde la antropología no, pero si desde otras áreas como
comunicación. Yo creo que en las condiciones del contexto actual, aporta mejores condiciones, más que
alterarlas y que podría ser una herramienta a promover dentro de los estudios antropológicos
sociales y culturales, por lo menos en la Buap.
Víctor
Hugo Valencia:
Mira,
estoy convencido de que la investigación y particularmente la de carácter
social, parte fundamentalmente de la observación, el registro de hechos, la
comparación, etc., y tiene el apoyo documental y desde el comienzo del siglo XX
tiene en la fotografía como un elemento de veracidad y comparación, cuando se
debe y puede aplicar un buen método. Y claro que el cine y video son y han sido
y pueden ser elementos que rebasen el aspecto técnico, como mucha gente los
entiende (¿creo?).
La
técnica audiovisual es y será sólo una técnica cuando no se utilice más allá
del apoyo intrínseco que corresponda y sólo cuando los profesionales de la
ciencia social o “científicos sociales” la puedan transformar o las utilizan
ilimitadamente u otros los utilizan y convierten en verdaderos instrumentos
para trasmitir, divulgar y hacer extensivo una buena investigación, que sin ese
recurso no traspasa el elemento editorial como difusor. Resumo; creo que los
académicos de las ciencias sociales, particularmente las generaciones de los 60 a los 80 y 90´s, siempre
estuvieron retrasados o atrás de la tecnología, por la formación que se recibió
en las aulas y mucho por la dinámica de productivismo o productividad que obligó un sistema
económico de costo-beneficio, para una sociedad como la nuestra. Hoy la
tecnología va a la par de los títulos y
grados académicos, pero tal vez sin mucho sentido del análisis y propuestas que
demanda el devenir actual.
Santiago
Ruy Sánchez:
Yo
creo que sí ha crecido, principalmente a raíz de la masificación de las
cámaras, el software de edición de video y los formatos digitales (DVD, mp4,
YouTube, etcétera). Hay mucho por hacer en ese sentido pero me parece que antes
de echar en mano lo audiovisual se tiene que tener con contacto más básico que
es la conversación y el dialogo cara a cara.
Saudhi
Batalla:
Tal
vez no se esté teorizando de él, porque en la realidad cada vez existen más
jóvenes documentalistas que salen a las calles a filmar la realidad y hacer antropología. Ahora, en el ámbito
académico no te lo puedo plantear, tal vez porque apenas están resultando las
primeras generaciones de doctores
cineastas antropólogos visuales con títulos de Manchester por ejemplo, y
cineastas más formales e interesados en la academia. En México descubro que es
un medio en construcción y que tenemos mucho por hacer. Hasta hace poco a los
cineastas del CCC y del CUEC les harán válidos sus estudios como licenciatura.
Son trámites y formalidades académicas y
políticas.
Julio
Glockner:
Depende
de lo que haya querido decir Mead con “afectación de la construcción
científica”. El registro en video es muy complicado porque es vivido como una
intromisión en el ambiente que se filma. Crea de inmediato una especie de
ambiente artificial en el que la gente ya no actúa espontáneamente. Se requiere
de un largo trabajo previo para generar confianza y disminuir (aunque nunca
desaparecer) estos efectos.
Jaime
Noyola Rocha:
Creo
que es un recurso que requiere habilidades que no se estudian en antropología y
que cuando se recurre a él, se establece un difícil diálogo en donde pueden o
no perdurar los criterios teóricos del antropólogo. Las insuficiencias del
antropólogo, su incomprensión del medio videográfico y la propia dificultad
inherente a las explicaciones teóricas son otros tantos obstáculos para obtener
un documento científico.
De las escuelas o corrientes
de Antropología visual (el cine observacional, el cinema verité, el
reflexivista, la autoetnografía y el Deconstructivismo), ¿cuál creen que sería
el enfoque más adecuado a la realidad etnológica mexicana, o quizás habría que
buscar crear una corriente propia?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
La
única corriente que no conozco es el “cinema verité”, pero considero que
cualquier corriente teórica es útil para la reflexión y el análisis
antropológico. Me parece que no hay que elegir una corriente, hay que conocer
“todas” las que existen y utilizar la más adecuada, la más útil; pero también
soy de la idea de formular “heurísticas”. Creo que todas las corrientes
teóricas, no solamente en antropología visual sino en teorías antropológicas en
general, son útiles ya que las considero herramientas e instrumentos de
trabajo, no las tomo como “teologías” o algo por el estilo.
Víctor
Hugo Valencia:
Te
puedo decir que hoy soy muy escéptico a las corrientes o modelos en la ciencia
social, aunque yo haya aplicado también esquemas y métodos que en su momento
eran muy rígidos (el estructuralismo, el marxismo, la sicología aplicada,
etc.). También creo estoy un tanto limitado para opinar en cuanto a las
“corrientes de antropología visual” que me enlistas, pues no las conozco; sin
embrago creo que el científico social, bien formado tiene la capacidad de
desarrollar y aplicar su investigación de acuerdo a la corriente de esta nueva
especialidad (la antropología visual) y enriquecer y de verdad socializar su
trabajo a través de estos nuevos métodos de la ciencia social.
Santiago
Ruy Sánchez:
Las
diferentes corrientes son un conjunto de rupturas y continuidades, por lo que
considero que hay que echar mano de los recursos teóricos necesarios para cada
problema específico. No existe una “realidad etnológica mexicana” sino un
conjunto cambiante y relacional de situaciones y problemáticas.
Julio
Glockner:
No
creo que deba existir un enfoque “más adecuado”
que otros; cada antropólogo busca su propio camino de expresión y el que
elige es el más adecuado.
Jaime
Noyola Rocha:
Creo
que son diferentes acercamientos, tendría que saber más acerca de cada una para
dar una opinión.
Guadalupe
Méndez Lavielle:
Con
respecto a las corrientes que sería bueno incluirlas en un plan de estudios de
antropología audiovisual, pienso sin lugar a dudas, que es deseable conocer
todas las corrientes y de ser posible experimentarlas. A la postre, cada
antropólogo decide cuál es el equipaje que necesita llevar para emprender la
aventura de acercarse como observador a una determinada realidad.
¿En la opinión de ustedes
sería útil para la formación de un antropólogo recibir clases de guionismo y
grabación de documentales?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
Por
supuesto, cualquier conocimiento es útil en antropología, sobre todo cuando se
“enseñan herramientas” para el quehacer antropológico.
Ángeles
Martínez García:
Por
supuesto que sí.
Víctor
Hugo Valencia:
Por
supuesto que es útil que se incluyan en los programas académicos las clases de
“guionismo y grabación de documentales”, al menos para ubicar al futuro
“científico” en la existencia y necesidad de métodos para traducir y transmitir
más amplia o masivamente el conocimiento que llegará a producir o generar el
investigador en potencia que está en aulas. Un ejemplo claro es que muchos,
sino que la mayoría de los antropólogos, historiadores, sociólogos, etc., a la
fecha pueden tener mucha información, mucha investigación, pero no saben o no
conocen la técnica e importancia de síntesis a través de un guión temático, ya
sea para un museo, un documental, etc., esto es un hecho real que al menos el “científico
social” debe reconocer.
Santiago
Ruy Sánchez:
En
la ENAH se
imparten clases como materia optativa muy apreciada por los estudiantes. En
primer momento concuerdo, pero pues se trata de un diseño curricular que sólo
se puede pensar conociendo las otras asignaturas.
Saudhi
Batalla:
Seguro
que si, de otra manera y sin sensibilidad artística y el aprendizaje del
lenguaje visual, resultarán documentales muy aburridos.
Julio
Glockner:
Preferiría
que primero se redactara adecuadamente un texto, que es una seria deficiencia
actualmente, antes de pasar a otras formas de expresión. Después, cada quien
elige lo que más le conviene y el video debe estar ahí como opción.
Jaime
Noyola Rocha:
En
dos sentidos, las clases pueden servir no tanto para que el antropólogo haga
sus propios videos, sino para que comprenda las posibilidades enormes de este
recurso. Y dos, pudiera establecerse una sub-especialización de Antropólogo
videoasta, en la cual el video sea su herramienta principal.
Guadalupe
Méndez Lavielle:
Es
curioso ver que a los niños de secundaria los mandan al museo del cual soy
curadora a que hagan un documento audiovisual de lo que se exhibe, sin más
equipaje que la videograbadora de su celular. Lástima que no les enseñen a
hablar ni a escribir español correctamente. Sería el colmo que a los
estudiantes de antropología no les exigieran usar dicho instrumento ¿No creen?
¿Qué futuro creen que podría
tener la
Antropología Visual como recurso teórico en la disciplina,
habida cuenta del constante avance tecnológico derivado de los modernos
sistemas de comunicación, soporte y hardware?
Luis
Arturo Jiménez Medina:
Creo
que la antropología visual puede gozar de “buena salud” cuando ésta se siga
adaptando a los avances tecnológicos y comunicativos
Ángeles
Martínez García:
Tendría
muchas posibilidades de aportar a nuestra sociedad miradas y reflexiones que
están surgiendo en esta realidad, de carácter más crítico, buscar también un
lugar en los medios de comunicación,
estimular la creatividad de cómo se afrontan las problemáticas. Además, como
antropólogos, es una herramienta que sería muy tangible y práctica, y abriría
otras posibilidades laborales.
Víctor
Hugo Valencia:
Como
están los avances y desarrollo de la cibernética, informática, etc., creo que
la especialidad de la “antropología visual” como recurso teórico y
metodológico, tiene que ir a la par de la tecnología de “esos fierros” y, por
supuesto que, si se confirma como una verdadera especialidad a través del
sustento académico, resultado, aplicación, innovación, aportación, etc., el
futuro estará enfrente, pero siempre a la par del desarrollo que demandan estas
nuevas tecnologías de comunicación, todo esto sin demérito del sustento y
capacidad que alimente la investigación profesional que esto requiere.
Santiago
Ruy Sánchez:
En
un ámbito en expansión que estará cada vez más vinculado con dispositivos
móviles. En la actualidad la foto es importante en varias redes sociales como
facebook, instagram y twitter. Yo imagino un desenlace articulado con otros
recursos web.
Saudhi
Batalla:
En
México hace falta, mucho, yo misma me siento muy limitada, y eso que se me
facilita, aunque se diga que las
herramientas están en la facilidad del uso de todos esto se dificulta porque a
veces la tecnología nos rebasa, y es costoso sobre todo en uso de software o
diseño grafico. En la ENAH
me encantaría que pudiéramos implementar unos talleres y aprender a desarrollar
páginas Web y revistas digitales, capacitar
a los alumnos en la realización de video.
Julio
Glockner:
No
conozco lo suficiente la antropología visual para opinar.
Jaime
Noyola Rocha:
Creo
que ya han sustituido a la libreta de notas en muchos aspectos. La antigua
separación entre campo y gabinete, como dos etapas diferentes, actualmente ya
es posible tener el gabinete en el campo y checar datos en campo, mediante el
Internet, la laptop y otros medios.
Gracias
a todos.